fbpx

Presiona ESC para cerrar

Home Featured Slider

A Donde Va Tu Dinero?

LEste era un billete de $20 dólares y otro de $1 dólar que se encontraban en una bolsa de banco en el edificio de la Reserva Federal en el centro de la ciudad.
 
Mientras se encontraban lado a lado, el billete de un $1 le preguntó a su compañero: “Oye, amigo, ¿dónde has estado?  No te he visto en mucho tiempo”.
 
El de $20 respondió: “Amigo, ¡vaya que he tenido trabajo!  He viajado a países distantes, también a los restaurantes más finos, a los casinos más grandes y finos. También he estado en numerosas boutiques, el centro comercial de lujo en el norte y el del sur, y también el nuevo que ayudé a construir.  De hecho, justo en esta semana estuve en Europa, en un partido profesional de la NBA (Liga Nacional de Basquetbol en Estados Unidos), en un rodeo, en un balneario, en un salón estilista de gran clase.  ¡He hecho todo eso!
 
Después de haber descritos todos esos grandiosos viajes, el billete de $20 dólares le preguntó al de $1: “¿Y a ti cómo te ha ido?  ¿Dónde has estado?”  El billete de $1 dólar respondió: “Bueno, he estado en la Iglesia Bautista , la Metodista, también en la Iglesia Episcopal ; en la Iglesia de Dios, la Católica, la Iglesia de los Discípulos de Cristo, en el orfanato, en el Centro de Rehabilitación de drogadictos y con unos mendigos en la Calle.”
 
“¡Espera, espera, detente un minuto”, gritó el billete de $20, “¿Qué es una iglesia?” Qué es un Orfanato?
 
Autor Desconocido; editado por el Capellán
Fuente: http://centraldesermones.com/ilustracion

La verdad es que el pensamiento de hoy—aunque parece chiste—en realidad no lo es.  De hecho, me hace recordar el pasaje bíblico en el que el Señor Jesús alaba a la viuda pobre por su ofrenda (aunque mínima) contrastándola con la “ofrenda” de otros que parecían dar mucho pero en realidad daban de lo que les sobraba.  Tal vez la expresión más correcta sería decir que daban limosnas en vez de ofrendas.  ¿Y qué de nosotros?  ¿A quién nos parecemos?  ¿A la viuda ó a los “ricos” del pasaje?  Y nuestros billetes, ¿a cuál se parecen… ¿a los de $1 ó a los de $20?  En última instancia la narración de hoy deja en evidencia las prioridades de una sociedad de consumo…  Adelante y que Dios les continúe bendiciendo.
 
Raúl Irigoyen
El Pensamiento Del Capellán.

a narración de hoy deja en evidencia las prioridades de una sociedad de consumo

El Reloj Parlante

Esta batalla—si la puedo llamar así—comenzó hace casi dos años cuando mi hija insistió en que le comprase un reloj parlante. Así que, como buen padre con la intención de enseñarle sobre el tiempo, fui a la tienda y siguiendo las instrucciones de mi hija, escogí este reloj digital parlante.

Por defecto, la temperatura se mostraba en grados Fahrenheit. Intenté todas las permutaciones y combinaciones jugando con todos los botones del reloj. Sin importar cuán duro lo intenté, no pude cambiarlo a grados Celsius. Tenía un par de otros relojes digitales en los que había un botón separado para desplegar el cambio de temperatura, pero esto estaba críticamente ausente aquí. Llegué al extremo de literalmente sacar unos cuantos tornillos, pero sin lograr nada.

Qué Lata Con Los Viejos!!

Había una vez dos amigas que se encontraban tomando un café y una le comenta en tono de queja a la otra:
“Mi mamá me llama mucho por teléfono para pedirme que vaya a platicar con ella, o para pedirme que la lleve a tal lugar, o que vaya a comer a su casa. Yo voy poco y en ocasiones siento que me molesta su forma de ser y de pedirme las cosas. Ya sabes como son los viejos: cuentan las mismas cosas una y otra vez.
Además, nunca me faltan compromisos: que el trabajo, que mis hijos, que los amigos…”
—”Yo en cambio —le dijo su compañera— platico mucho con mi mamá. Cada vez que estoy triste, voy con ella; cuando me siento sola, cuando tengo un problema y necesito fortaleza, acudo a ella y me siento mejor.”
“Caramba —se apenó la otra—, eres mejor que yo.”
“No lo creas, soy igual que tú, respondió la amiga con tristeza, visito a mi mamá en el cementerio.”

Cómo Corre El Chisme!!

Había una vez un joven que divulgó chismes sobre su amigo por toda la aldea. Se sintió extremadamente culpable por lo que había hecho así que fue con el cura del pueblo para confesar su difamación.

Le preguntó al padre qué podía hacer para retirar sus palabras dañinas y reconciliar la amistad con su amigo.

El padre le dijo: “Anda, toma un pluma y colócala en la entrada de cada casa del pueblo”. El joven no sabía exactamente la razón de esto pero pensó que estaría haciendo lo correcto y que se sentiría mejor al obedecer al cura así que tomó una bolsa llena de plumas y se fue por toda la aldea colocando una pluma en la entrada de cada casa; con la esperanza de que cada vez que colocara una pluma se sentiría mejor, pero no fue así. Cuando terminó de colocar la última pluma aún se sentía miserable por dentro.

De manera que regresó con el padre y le dijo: “Padre, ya hice lo que usted me mandó pero aún me siento muy mal por lo que he hecho, qué más puedo hacer”.

El cura le respondió: “Ahora regresa al pueblo y recoge todas las plumas que has colocado”. El joven sorprendido exclamó: “Padre, eso es imposible ya el viento se la llevó todas; jamás podré recuperarlas”. El padre le dijo: “Exactamente, lo mismo pasa con el daño que han ocasionado tus palabras”.

Papito!! Por Favor!! No Lo Hagas Otra Vez.

Cuando mi hijo tenía como tres años, él y sus hermanas estaban jugando un juego que involucraba perseguirse el uno al otro por la casa. Esto hacía resonar risitas cada vez que alguno de ellos se acercaba a tocar a uno de sus hermanos.

Las risitas fueron interrumpidas de repente por un estrépito seguido por un llanto de dolor producto de una herida sangrante. Salté sobre mis pies y corrí a la sala donde había ocurrido el accidente. Mi hijo había tomado una curva demasiado rápido y caído de cabeza contra una esquina de una mesa. Rápidamente le recogí del piso donde yacía y le sostuve en mis brazos tanto para consolarlo como para examinar su herida; chorros de sangre fluían de su frente.

Disfruta La Leída

La Vida es como un libro. Es el trayecto, La vida es la travesía por este mundo—una travesía que habrá finalizar tarde que temprano—lo que debe capturar nuestro entusiasmo ya que Dios nos puso aquí con propósito. Sepamos gozar cada día de este lado del cielo aferrados al Señor y alineándonos con Sus planes para nuestras vidas. Adelante y que Dios les bendiga.

Aprendiendo A Mirar El Fracaso.

No temamos intentar cosas nuevas en nuestras vidas personal y profesional; entre más fracasemos, más rápido aprendemos y crecemos.  La palabra (fracaso) conjura energía negativa, conceptos e imágenes para algunos.  Digamos que intentamos algo y que los resultados no fueron favorables.  En vez de rendirnos, usemos esta oportunidad para evaluar la experiencia.