¿Estoy viendo lo obvio? Disfruto caminar con Dios y cada día busco con expectativa las muchas experiencias de la vida que Él pone a mi disposición.  Sin embargo, al buscar lo santo, admito que ocasionalmente fallo en ver lo obvio.

No es algo que planeo intencionalmente; es algo que simplemente suele pasar de manera bastante regular.

Mi tiempo favorito de la semana tiene lugar después de la adoración del domingo cuando algunos de la congregación se quedan unos minutos tras finalizar el culto para conectarse.  Este breve tiempo de compañerismo siempre trae una sonrisa a mi rostro.  Es un sencillo recordatorio de que la experiencia de la iglesia es mucho más que las oraciones y un mensaje.

En El Desafío

Tras el culto un domingo en la mañana, Brian, un miembro de nuestra congregación, me hizo una pregunta hipotética.  Dijo: “Pastor Ray, si usted estuviese varado en una isla desierta y sólo pudiese tener un libro, cualquier libro en el mundo, ¿cuál sería ese libro y por qué? 

Como ministro, pensé que la respuesta a esta pregunta era muy obvia.  Le dije; “Brian, si tan solo pudiese tener un libro, querría que fuese la Biblia porque me ayudaría a recibir la fortaleza espiritual para atravesar el desafío de estar varado en la isla desierta”.

Creí que mi respuesta tenía mucho mérito, especialmente porque era domingo en la mañana y acabábamos de finalizar el culto.

 Esperando que él reforzara mi respuesta, le hice a Brian la misma pregunta; “si estuvieses varado en esa isla, ¿qué libro querrías?”

 Con una sonrisa en su rostro, su respuesta fue inmediata.  Dijo: “Si fuese yo, querría un libro titulado:  “Cómo Construir un Bote’”.

Importante Lección

Una vez más Brian me había tomado el pelo.  Generalmente caigo en sus chistes porque raramente puedo discernir su estado anímico ya que su expresión facial es siempre la misma.

Él puede hacer una pregunta seria y contar una historia llena de humor usando los mismos gestos.

 Pero su pregunta sirvió un propósito y me hizo comprender una importante lección.  Yo estaba buscando una respuesta espiritualmente correcta porque estábamos en la iglesia al momento de hacerme la pregunta.

Respuesta Obvia

Brian buscaba la respuesta obvia.

Ocasionalmente, en nuestros esfuerzos de hacer o decir lo que creemos correcto, pudiésemos fallar en ver lo obvio.  Al contestar la oración, Dios necesita nuestra cooperación para hacer que los eventos ocurran.

Si Dios me hubiese enviado un libro sobre cómo construir un bote me hubiese desilusionado porque yo oraba por una Biblia.  Dios a menudo nos envía lo que necesitamos y no lo que queremos.  A veces tenemos que ver más allá de lo santo y buscar lo obvio.

Rev. Raymond C. Nolan,
Fuente: www.motivateus.com

La reflexión de hoy, aunque salpicada de un fino humor eclesiástico, no deja de dar en el clavo.  Muchos siempre estamos buscando dar respuestas espiritualmente ó políticamente correctas (según sea el caso ó la necesidad) en vez de discernir lo que realmente se necesita.