“Señor, un día tomaste a un pequeño y lo pusiste como ejemplo para nosotros los adultos.
Hoy quiero ser como un niño y aprender de los niños las más grandes lecciones que se aprenden en la vida-.
Son muchas las veces que pierdo de vista las cosas pequeñas que enseñan cosas grandes.
Quiero acercarme a ti como un niño se acerca a su padre”.
“Y dijo: De cierto os digo, que si no os volvéis y os hacéis como pequeños, no entraréis en el reino de los cielos”. Mateo 18:3
“Pero Jesús dijo: Dejad a los niños venir a mí, y no se lo impidáis; porque de los tales es el reino de los cielos”. Mateo 19:14
Pero otra cosa es cuando ese niño manifiesta constantes berrinches desafiando nuestra autoridad. ¿Qué hacer?. ¿Cómo tratarlo?.
‘Mi hijo no me hace caso. No se deja vestir. No quiere irse a dormir. Se enfurece cuando le impedimos algo. Hace berrinches. Tiene rabietas. No acepta límites y cada vez que le digo un NO, empieza a llorar, a tirarse al suelo y a gritar sin parar y sin control… Ya no sabemos qué hacer’, se preocupan y se quejan muchos padres.
Aunque resulte paradójico, debemos entender la rebeldía, la desobediencia, el negativismo, las rabietas y los berrinches de los hijos como signos positivos y expresivos de una personalidad en formación.