La Última Transición

La vida es una contínua transición: “ La vida en la tierra es sólo el vestido de ensayo antes de la producción real. Usted gastará más tiempo al otro lado de su muerte –La Eternidad- que lo que vivirá acá”. Rick Warren.

Mi imaginación comenzó  esa mañana luego de leer Mateo 25:23: “Su Señor le dijo: Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré.  Entra en el gozo de tu Señor”.

Al terminar de leer ese pasaje medité en el y fue cuando mi imaginación se transportó a ese día.  Me vi llegando a las puertas del cielo el día que el Señor decida mi última transición.  Me imagine una multitud de familiares, conocidos, amigos y aún desconocidos que luego sabría que fueron personas que llegaron al Señor a través de el ministerio dado por Dios a mi.

Imagine sus sonrisas, aplausos, alegría, jubilo.  Pensé en como sería ese recibimiento.  De pronto me imagine un silencio abrupto. Nadie más habló y la multitud de amigos, familiares, conocidos y desconocidos hicieron una especie de calle con ellos a los lados y extendí mi cuello para ver que había al final de esa calle humana y….tembló mi cuerpo, se entremetió mi alma, vibró mi espíritu. Lo contemplé a Él.

El maestro vestido de blanco y extendiendo  su mano haciendo señas que me acercara. Me vi caminando tímido, mientras mis pies temblaban cuando lo escuche decir esas palabras: “Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré.  Entra en el gozo de tu Señor”.

Ese día con lágrimas corriendo por mis mejillas pensé en lo que sería mi última transición.

He tenido muchas transiciones en la vida pero se que ninguna será como esa porque me transportará de un nivel meramente terreno al nivel de lo realmente celestial y espiritual.

“No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí.  En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros. Y si me voy y os preparo lugar, vendré otra vez y os tomaré a mí mismo, para que donde yo esté, vosotros también estéis”.  Juan 14:1-3.

Las turbaciones de ahora incluso el dolor de las transiciones terrenas son pasajeras en relación a la gran preparación que el Maestro hace por nosotros para lo que será esa última Transición.  Acaso no serán las transiciones de esta vida un ensayo, preparación y educación para cuando suceda esa última?.

En las catacumbas es común encontrar inscripciones en las tumbas como estas: “ En Cristo, Alexander no está muerto, sino que vive”. “ Acá yace uno que vive con Dios”. “ Él fue llevado a su hogar eterno”.

A veces vivimos y nos aferramos en esta tierra a cosas, lugares y personas como si toda nuestra vida estuviera confeccionada para acá. Es triste cuando nuestros límites son escasos, es grande, sublime y transcendente cuando el Cielo es el límite”.

Seguimos llorando una relación rota, nos estresamos ante una quiebra económica y nos resistimos a ser movidos de empleo, lugar o ministerio como si nuestras raíces estuvieran plantadas para la tierra. Que bajo miramos nuestro horizonte y cuanto peleamos por mantener nuestros límites.

No crees que es muy mesquino de nuestra parte vivir en el patio trasero de nuestra existencia cuando podemos subir al techo para contemplar las estrellas?

“Hazme saber, Señor, mi fin y cuánta sea la medida de mis días;   sepa yo cuán frágil soy.
Diste a mis días término corto y mi edad es como nada delante de ti; ciertamente, es apenas un soplo todo ser humano que vive”.  Salmo 39:4-5.

Que es lo que da una nueva perspectiva en la vida y me prepara para esa última transición? Tu relación con Dios. Esa vivencia con él te cambiará la perspectiva de la vida y te llevará a vivir con un sentido de eternidad y una seguridad acá en la tierra.
Cuando se vive en esa dimensión las cosas que hoy te asustan, los negocios que te quitan el sueño, los cambios bruscos de la vida se ven pequeños, insignificantes a la luz de la gran eternidad.

Preparemos nuestra vida para esa última transición. Y aceptemos las transiciones de hoy como una buena oportunidad para aprender la lección de Dios, la guía de su mano y la proyección de su Espíritu.

Que Dios te ayude en la mejor de las transición de la vida.  La vida es un libro y cada capítulo se inicia pero siempre se cierra para dar paso a un nuevo capítulo.

Dr. Serafín Contreras Galeano.
www.serafincontreras.com

 

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