La unidad del corazón de Dios se tiene que manifestar en el orden social de Dios.

Comenzando en la familia. Es vital que seamos una sola cosa en la familia. Una sola cosa con Dios y con la familia.

Unidad no es opcional. Es Vital. Por ello cuando la primera pareja desobedeció a DIos es su único mandato para ellos, la reacción de Adán y Eva fue esconderse de Dios, porque dejaron de ser Una Sola Cisa con Dios y entre ellos.

 

La mujer quedó convencida. Vio que el árbol era hermoso y su fruto parecía delicioso, y quiso la sabiduría que le daría. Así que tomó del fruto y lo comió. Después le dio un poco a su esposo que estaba con ella, y él también comió.  En ese momento, se les abrieron los ojos, y de pronto sintieron vergüenza por su desnudez. Entonces cosieron hojas de higuera para cubrirse.

Cuando soplaba la brisa fresca de la tarde, el hombre[a] y su esposa oyeron al Señor Dios caminando por el huerto. Así que se escondieron del Señor Dios entre los árboles. Entonces el Señor Dios llamó al hombre:

—¿Dónde estás?

 El hombre contestó:

—Te oí caminando por el huerto, así que me escondí. Tuve miedo porque estaba desnudo.

 —¿Quién te dijo que estabas desnudo? —le preguntó el Señor Dios—. ¿Acaso has comido del fruto del árbol que te ordené que no comieras?

El hombre contestó:

—La mujer que tú me diste fue quien me dio del fruto, y yo lo comí.

 Entonces el Señor Dios le preguntó a la mujer:

—¿Qué has hecho?

—La serpiente me engañó —contestó ella—. Por eso comí.

Entonces el Señor Dios le dijo a la serpiente:

«Por lo que has hecho, eres maldita
    más que todos los animales, tanto domésticos como salvajes.
Andarás sobre tu vientre arrastrándote por el polvo durante toda tu vida.

Y pondré hostilidad entre tú y la mujer, y entre tu descendencia y la descendencia de ella.
Su descendiente te golpeará la cabeza, y tú le golpearás el talón».

Luego le dijo a la mujer:

«Haré más agudo el dolor de tu embarazo, y con dolor darás a luz.
Y desearás controlar a tu marido, pero él gobernará sobre ti[c]».

Y al hombre le dijo: «Dado que hiciste caso a tu esposa y comiste del fruto del árbol
    del que te ordené que no comieras, la tierra es maldita por tu culpa. Toda tu vida lucharás para poder vivir de ella.

 Te producirá espinos y cardos, aunque comerás de sus granos. Con el sudor de tu frente  obtendrás alimento para comer hasta que vuelvas a la tierra
 de la que fuiste formado. Pues fuiste hecho del polvo, y al polvo volverás». Génesis 3:6-19

Para hablar de este orden social de Dios Serafín Contreras Galeano nos entrega esta tercera parte del tema: Una Sola Cosa.

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