Hoy se celebra en los Estados Unidos, el Día de Acción de Gracias. Pero pocos, fuera de ese país se dan cuenta de que el proceso del establecimiento formal de esa fecha como día de reflexión y agradecimiento a Dios comenzó con una proclamación del primer presidente de la nación, a pedido del Congreso.

Nación Que Honra A Dios

Verdaderamente que la nación que honra a Dios, recibe su bendición. Y aunque el liderazgo del país norteño haya cambiado su actitud hacia el Creador, lo cierto es que Su fidelidad aún no se ha apartado de ellos. Oremos para que también en nuestros gobernantes se origine una actitud similar que bendiga a nuestras naciones. Que Dios les bendiga.

Raúl Irigoyen

PROCLAMACIÓN DE ACCIÓN DE GRACIAS

Considerando que todas las naciones tienen el deber de reconocer la bondad de Dios Todopoderoso, obedecer Su voluntad, agradecerle por Sus dones, y humildemente implorar Su favor y protección–y considerando que ambas Cámaras del Congreso me han pedido mediante su Comité conjunto ‘recomendar al pueblo de los Estados Unidos un día público de acción de gracias y oración para ser observado, reconociendo con corazones agradecidos los muchos favores notables del Dios Todopoderoso, especialmente al permitirles una oportunidad pacífica de establecer una forma de gobierno para su seguridad y felicidad’.

Al Servicio De Dios

Por lo tanto, ahora recomiendo y asigno el jueves, veintiséis de noviembre próximo para ser dedicado por el pueblo de estos Estados al servicio de ese Ser grande y glorioso, quien es el Autor caritativo de todo el bien que ha sido, que es, y que será–Para que podamos entonces unirnos todos en rendirle nuestro sincero y humilde agradecimiento por Su amable cuidado y protección del Pueblo de este país antes de convertirse en nación.

Notables Misericordias

Por las variadas y notables misericordias, y la interposición favorable de Su providencia, la cual experimentamos en la tranquilidad, unión, y abundancia que hemos desde entonces disfrutado–por la manera pacífica y racional en la que se nos ha permitido establecer constituciones de gobierno para nuestra seguridad y felicidad, y particularmente por la nacional, instituida recientemente; y en general por todos los variados y grandes favores que le ha complacido conferirnos.

Humilde Ofrenda

Y también que podamos entonces unir en la más humilde ofrenda, nuestras oraciones y súplicas al gran Señor y Soberano de las naciones, y pedirle que perdone nuestras transgresiones nacionales y de otro tipo–que nos permita a todos, ya sea en posiciones públicas o privadas, llevar a cabo nuestras variadas obligaciones relativas apropiada y puntualmente.

Una Bendición

Para darle a nuestro gobierno nacional una bendición para todas las personas, para que sea siempre un gobierno de leyes sabias, justas, y constitucionales, ejecutadas y obedecidas fiel y discretamente–para proteger y guiar a todos los soberanos y naciones (especialmente aquellas que han demostrado gentileza para con nosotros) y para bendecirlas con un buen gobierno, paz, y concordia–Para promover el conocimiento y la práctica de la verdadera religión y virtud, y el aumento de la ciencia entre ellos y nosotros–y para garantizar generalmente a toda la humanidad un grado de prosperidad temporal que sólo Él conoce como el más conveniente.

Firmado en la Ciudad de Nueva York, el tercer día de octubre, en el año de nuestro Señor 1789.

George Washington